Cuando te encuentras buscando en Google una pregunta de matemáticas o viendo un largo vídeo explicativo y sigues sin entender un concepto, es como chocar con un muro de hormigón.  Los motores de búsqueda no siempre tienen las respuestas.

Además, tus profesores quieren que aprendas de verdad, no sólo que «encuentres respuestas». Por eso, el trabajo del curso está diseñado para garantizar el aprendizaje, de modo que las cosas no se pueden buscar simplemente en Google.

¿Atascado en el estudio? 3 razones para pedir ayuda, y cómo hacerlo.

Los mejores estudiantes piden ayuda

Suena sencillo, pero en realidad no a todo el mundo se le ocurre pedir ayuda cuando está atascado en un tema. Puede parecer que te da miedo o que está fuera de tu zona de confort, pero pedir ayuda es en realidad más un signo de fortaleza, que de debilidad.

¿Has oído hablar del efecto Dunning Kruger? Un estudio demostró que las personas no expertas tienden a sobrestimar sus capacidades, mientras que los expertos dudan de sí mismos. Como los no-cerrajeros cuando intentan hacer una copia de llaves, porque “debe ser fácil”.

Entrar en tu zona de incomodidad y reconocer tus propias limitaciones es, al fin y al cabo, la forma de crecer y desarrollar la resiliencia.

Desarrolla un buen hábito

Cuanto más pidas ayuda, más fácil te resultará y mejor lo harás. De hecho, estás creando un hábito que reforzará tus habilidades y aumentará tus posibilidades de progresar con éxito en tu carrera o curso, por no mencionar que también lo harás más allá de tus estudios y en el mundo laboral.

Si te acuerdas de no rendirte la próxima vez que te topes con ese muro, sino de buscar ayuda, las cosas te resultarán mucho más fáciles cuando te encuentres con momentos aún más críticos.

Tu búsqueda habitual de ayuda te permitirá superar todo tipo de retos y obstáculos, además de desarrollar una mentalidad de crecimiento.

Recibir ayuda cuando la necesitas está relacionado con el éxito académico, mientras que esas experiencias negativas, en las que no eres capaz de progresar, están relacionadas con un peor rendimiento.

Construye una conexión

Cuando pedimos ayuda y alguien responde nos da una sensación de conexión y pertenencia. Los humanos somos criaturas sociales y necesitamos sentirnos conectados a los demás para prosperar.

Puede que te sientas vulnerable al pedir ayuda, pero pronto verás que esas personas que te esperan para ayudarte (equipos de apoyo a los estudiantes, compañeros mentores, especialistas en línea) te recibirán con amabilidad, franqueza y paciencia.

Serán capaces de reconocer tu fuerza y valentía, porque has decidido pasar a la acción. Y como su trabajo es proporcionar ayuda, en realidad les estarás haciendo muy felices.

Conectar con otros, ya sean estudiantes o personal de apoyo, te hace sentir más parte de tu comunidad universitaria, lo que también aumenta tu bienestar general. La vida estudiantil ya es lo suficientemente estresante, así que crea conexiones donde puedas.

¿Cómo pedir ayuda (éticamente)?

No toda la ayuda para el estudio es la correcta. Seguramente habrás oído a tus profesores hablar largo y tendido sobre la «integridad académica» y la importancia de hacer tu propio trabajo.

Hay muchas formas dudosas y deshonestas de obtener ayuda para estudiar, que no facilitan tu aprendizaje. La buena noticia es que es bastante fácil encontrar una ayuda al estudio «ética».

Asegúrate siempre de que cualquier ayuda al estudio que utilices esté avalada por tu universidad. Si se te proporciona de forma gratuita como estudiante matriculado, puedes asumir con seguridad que tu universidad aprueba su uso.

Si no estás seguro de si algo se considera «ético», siempre puedes preguntar a tu profesor o a uno de los miembros del personal de tu centro educativo. Si pagas por un servicio y no sientes haber aprendido algo después de utilizarlo, lo más probable es que no haya sido el tipo de ayuda adecuado. 

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